Agresividad en el TDAH
La agresividad en el TDAH es uno de los síntomas prominentes en su presentación clínica y hasta en un 54 % este síntoma afecta de manera significativa a la calidad de vida de ellos mismos y de sus familias. Los estudios que se han realizado hasta el momento han concluido que los pacientes con TDAH presentan en general más comportamientos de tipo agresivo que la población general.
Es el subtipo TDAH combinado el que más frecuentemente presenta esta asociación sintomática. Además existe una correlación entre la gravedad del TDAH y la aparición de conductas y/o comportamientos agresivos. Es decir cuanto más grave es el cuadro de TDAH más graves son las conductas agresivas y cuanto más grave la agresividad peor evolución tendrá el TDAH.
Dentro de las conductas y comportamientos agresivos podemos distinguir dos tipos:
- La agresividad reactiva o impulsiva: es aquella que aparece en los pacientes con TDAH. Son aquellas conductas que aparecen en forma de respuesta refleja y que intentan resolver una serie de presiones emocionales internas de manera inmediata con repercusiones negativas para la persona que las realiza. Son actos impulsivos realizados en momentos de desregulación emocional
- La agresividad proactiva o funcional: es aquella conducta agresiva que se lleva a cabo para conseguir unos beneficios para la persona que la realiza sin importar las consecuencias. Este tipo de agresividad no es la característica del TDAH.
Conducta agresiva y regulación emocional
La agresividad en el TDAH es un síntoma central y muy importante y tiene que ver con un problema importante en la regulación emocional y en el control en la expresión de las emociones.
La regulación emocional consta de dos pasos:
- El autocontrol emocional: es decir, la capacidad para frenar reacciones emocionales fuertes en respuesta a ciertos hechos o acontecimientos
- La capacidad de autorregular el estado interno: esto es mediante el uso de las habilidades propias aprendidas.
Tanto la impulsividad emocional como la autorregulación emocional están afectas en los pacientes con TDAH. Y es esto lo que ocasiona sus conductas y comportamientos agresivos. Una de las consecuencias de estas conductas agresivas es el rechazo por parte de los iguales y las dificultades en las relaciones interpersonales. Situación que influye directamente en el estado de ánimo y el autoconcepto de los pacientes. Los estudios demuestran que los pacientes con TDAH y agresividad presentan más conductas de rechazo por parte de los iguales.
Es decir las conductas agresivas en los pacientes con TDAH son un síntoma grave de desregulación emocional y empeoran su pronóstico así como su calidad de vida social y emocional.
APANDAH
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